El último ‘gran robo’ de Royce O’Neale

Luces y sombras. Así se puede definir la actuación de los Utah Jazz durante su derrota (118-115) de este sábado contra los Miami Heat. Entre aquellos destellos proyectados por los de Salt Lake City en el FTX Arena destaca la actuación de Royce O’Neale.
El alero firmó el mejor partido de la temporada y fue uno de los puntos brillantes de los Jazz en una noche en la que precisaban de un mayor ritmo anotador y más presión defensiva. O’Neale comenzó el partido con una gran agresividad en ambos lados de la cancha. En ataque buscó el carril a canasta para atacar el aro, abrir a un compañero o sacar una falta. Cuando el balón no estaba en sus manos, este le llegaba al perímetro para anotar desde larga distancia. Así lo confirman su tres de cuatro en triples para un total de 15 puntos.
Pero más importante aún que su anotación —en otro duelo más en el que el banquillo no estuvo principalmente inspirado—, fue su presencia e inteligencia defensiva. Nada más comenzar el encuentro leyó muy bien la penetración de Bam Adebayo para cortar el pase hacia Jimmy Butler, en lugar de retroceder y cubrir el posible triple de Duncan Robinson.
En las siguientes dos acciones sí que prestó especial atención a Robinson. En la primera, Jimmy Butler se quedó sin espacio en la línea de fondo y su pase hacia el alero fue muy previsible. En el segundo, Bam Adebayo ejerció como creador desde el perímetro. El bloque directo de Jimmy Butler pretendía entorpecer a Joe Ingles y buscar el tiro liberado de Robinson. Sin embargo, O’Neale estuvo muy atento para cortar el pase y finalizar el contraataque.
También apareció cuando todo parecía perdido. Un horrible inicio de último cuarto permitió a los Heat disfrutar de una ventaja de 19 puntos a menos de seis minutos para el final. Sin embargo, los Jazz se recompusieron con un parcial de 20-3 que casi culmina con la remontada. En él, O’Neale fue vital con un triple, una asistencia y dos robos más, para un total de seis en su cuenta personal. Uno de ellos, esta buena mano para birlarle la cartera a Butler.
Aunque finalmente murieron en la orilla, los Jazz demostraron una sensacional capacidad de respuesta para recuperar un encuentro que apuntaba a paliza. En esta reacción fue vital O’Neale con su intensidad en ambos lados de la cancha. En el apartado concreto de robos promedia 1,9 por partido. Su máximo de carrera son los 0,8 robos registrados en las últimas dos temporadas.
“Para eso entreno en la temporada baja”, afirmó el jugador tras el duelo. “Voy a hacer todo lo necesario para ganar en ataque y defensa. Defendiendo al mejor jugador, anotando tiros, como sea. Trato de no cansarme y de jugar todo el partido si me es posible.”
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Pictures)