Jordan Clarkson: el ‘microondas’ que todo equipo necesita

Los Utah Jazz han salvado la papeleta ‘in extremis’ después de imponerse a los Dallas Mavericks por un ajustado 100-99 en el cuarto partido de la eliminatoria de primera ronda. Una serie que ahora regresa a Texas con dos victorias para cada equipo.
Un duelo frenético y de muchos vaivenes que se decidió en los segundos finales con un alley-oop de Rudy Gobert a pase de Donovan Mitchell. Previamente, Dwight Powell había allanado el terreno errando dos tiros libres cuando hasta entonces había anotado cinco de los seis que había intentado.
Una vez más, los Jazz alternaron momentos de buen ritmo anotador e intensidad defensiva con otros en los que la ofensiva se atascó y regresaron los despistes que permitieron más triples de los deseados. Un tiro exterior que se le sigue resistiendo a Utah en estos playoffs: 9,3 por partido (segunda peor marca entre los equipos presentes en post-temporada) con un acierto del 32,5% (13º). En regular season había ido mejor la cosa (14,5 y 36,0%) pero las defensas aprietan en el momento cumbre de la temporada.
Es precisamente en este contexto menos productivo en el que un jugador como Jordan Clarkson se convierte en una pieza fundamental. El guard ha sido el encargado de enhebrar la aguja en los momentos de menor fluidez ofensiva. Su capacidad para atacar desde el uno contra uno, utilizar su cuerpo, generar sus lanzamientos y anotar desde el catch-and-shoot han insuflado aire a los Jazz.
Además, lo ha hecho con un gran nivel de eficacia. Clarkson ha igualado su anotación en playoffs del pasado curso (17,5), pero con cuatro intentos menos a canasta por partido. Así, su acierto en tiros de campo se ha disparado hasta el 60,5% y en triples hasta el 50% en estos primeros cuatro partidos. En consecuencia, está liderando al equipo en Eficiencia de Tiro (%EFG) y Tiro Real (%TS) por un amplio margen de diferencia. Tampoco ha tenido reparo alguno en asumir galones en los momentos críticos, como demuestra su tasa de uso del 23%, tan solo superada por Donovan Mitchell.
Clarkson finalizó el Game 4 como el máximo anotador de su equipo, con 25 puntos, y el jugador con mejor plus/minus en pista, con +18. De sus manos nacieron algunos de los mejores instantes ofensivos del equipo, principalmente cuando Quin Snyder le rodeó de dos defensores versátiles como Danuel House Jr. y Juancho Hernángomez, y un generador tradicional, Mike Conley.
El Sexto Hombre del Año en 2021 le dio un impulso a Utah y frustró a la defensa de los Mavericks con varias acciones en la pintura y desde el perímetro. Fundamental esta producción, principalmente ahora que Mitchell no ha terminado de carburar en ataque, donde presenta unos porcentajes de acierto bajos a pesar de encadenar su tercera temporada consecutiva en playoffs por encima de los 30 puntos.
“Está concentrado en ambos extremos de la cancha”, ha declarado Mitchell sobre el estado de forma actual de Clarkson. “Está haciendo de todo. Está acertando sus tiros pero también puede entrar en la pintura y crear. Es un tipo que da un paso al frente cada partido.”
Por su parte, Clarkson lo definió como un día más en la oficina. “Cuando entro al pabellón sigo siendo el mismo tipo que solo intenta ganar un partido. Vivo el momento y hago lo que puedo para ayudar.”
Así, los Jazz necesitan que el filipino-estadounidense extienda esta versión lo que resta de eliminatoria. No solo por su vocación anotadora, sino también por su facilidad para romper las primeras líneas defensivas, estirar la cancha y agotar también en defensa a Jalen Brunson y Spencer Dinwiddie.
(Fotografía de portada de Chris Nicoll-USA TODAY Sports)